28 de abril de 2011

INERCIA TÉRMICA


La inercia térmica es una propiedad que indica la cantidad de calor que puede conservar un cuerpo y la velocidad con la que la cede o absorbe el entorno.
Este intercambio de energía depende de la masa, del calor específico de sus materiales y del coeficiente de conductividad térmica que posea.
Esta propiedad se utiliza en construcción para conservar la temperatura del interior de los locales habitables más estable a lo largo del día, mediante muros de gran masa. Durante el día se calientan, y por la noche, más fría, van cediendo el calor al ambiente del local. En verano, durante el día, absorben el calor del aire de ventilación y por la noche se vuelven a enfriar con una ventilación adecuada, para prepararlos para el día siguiente. Un adecuado uso de esta propiedad puede evitar el uso de artificiales sistemas de climatización interior.
 
Los edificios diseñados con sistemas pasivos pueden llegar al confort térmico consumiendo un mínimo de energía, siempre que la propia construcción actúe como regulador térmico, es decir que acumule calor en invierno cuando es necesario o bien disipe calor en verano. Esto es posible si los elementos constructivos tienen inercia térmica.
En principio cuanta más masa haya, más poder de acumulación, pero no siempre unos muros excesivamente gruesos funcionarán mejor. En un clima frío y en invierno, un espesor excesivo hace que no llegue a calentarse interiormente todo el muro y por tanto puede coger el calor acumulado para calentarse él mismo antes de cederla al ambiente.
Las recomendaciones generales son las siguientes:
-      En climas continentales y en invierno, inercia térmica elevada en las zonas más soleadas de los edificios y poca inercia en las partes dónde no da el sol. Así se podrán calentar rápidamente las segundas.

-      En climas continentales y en verano, inercia térmica elevada para compensar las oscilaciones térmicas entre el día y la noche.
Los elementos con inercia térmica se consideran de captación solar indirecta. Presentan la ventaja que hacen de amortiguador del calor de la radiación directa, almacenando la energía, evitando sobrecalentamientos, para liberarla hacia el interior cuando la temperatura ambiental sea baja. Tienen que estar diseñados para que en verano sirva como elemento ventilador o que tenga protecciones solares para evitar la captación de calor. Hay dos sistemas principales: muros de acumulación de calor y las cubiertas de agua.
Muros de  acumulación
Las características de los muros son las siguientes, utilizan materiales de gran densidad, espesor de 25-40 cm, cara exterior de color oscuro, orientación sur (± 15º). Captan la radiación directa, acumulando el calor para liberarlo por radiación entre 8 a 12 horas. Ambos tienen en la  parte exterior un vidrio que trabaja como efecto invernadero ayudando a mejorar la captación y a reducir las pérdidas hacia el exterior. La diferencia del muro trombe es que tiene unas rejillas regulables en  la parte superior y inferior del muro que permiten la convección del aire del cuarto hacia el interior, de forma que parte del calor captado es entregado inmediatamente.

Se recomienda utilizar los muros de acumulación de calor en climas fríos donde hace falta calor durante el día y la noche.
Cubiertas de agua
Se recomienda utilizar las cubiertas de agua en los siguientes casos:
-      En climas fríos de baja latitud (menos de 36º) como elementos captadores. Por la noche cuando no hay radiación se protege y el calor acumulado se libera al interior del edificio por transmisión y radiación.

-      En climas cálidos secos como elementos refrigeradores. Durante el día se protege de la radiación solar y por la noche se quita la protección. El agua capta el calor de dentro del edificio por convección y lo emite hacia el exterior.

Finalmente es importante considerar que en función del color y rugosidad del acabado exterior de las fachadas, habrá más absorción de la radiación solar incidente, los colores oscuros absorben más que los colores claros y por lo tanto tienen una mayor transmisión al interior.

EFECTO INVERNADERO


Es un fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de la atmosfera  planetaria, retiene parte de la energía que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar.
Actualmente se está viendo acentuado en la Tierra por la constante emisión de gases como el dióxido de carbono y el metano debido a las actividades humanas.
El nombre de efecto invernadero se debe a que este fenómeno evita que la energía solar recibida por la Tierra vuelva inmediatamente al espacio, produciendo a escala planetaria  un efecto similar al observado en un invernadero.
En la siguiente tabla se muestra el balance de energía en la tierra con respecto al efecto que causa.
Además de estos gases el oxigeno y el nitrógeno aunque se encuentra en proporciones mucho mayores, no son capaces de generar efecto invernadero.
A comienzos de siglo por la quema de grandes masas de vegetación para ampliar las tierras de cultivo.
 
En los últimos decenios, por el uso masivo de combustibles fósiles como el petróleo, carbón y gas natural, para obtener energía y por los procesos industriales contribuye de forma considerada
Muchas de las consecuencias del cambio climático no son posibles de predecir per con seguridad los casquetes polares se fundirían poniendo en peligro ciudades y pueblos situados en los valles que se encuentran por debajo del glaciar. Grandes superficies costeras podrían desaparecer inundadas por las aguas que ascenderían, las tierras agrícolas se convertirían en desierto, y producirían grandes cambios en los ecosistemas planetarios

Todos estos cambios supondrían una gigantesca convulsión en la sociedad que en determinado tiempo tendría que enfrentarse a muchas obras de contención del mar, emigraciones de millones de personas y cambios en los cultivos.

9 de abril de 2011

TREENSCRAPER


Este proyecto se ha inspirado en la fisionomía y personalidad de un árbol a la hora de su desarrollo. Diseñado por el arquitecto William mcdonough & Partners empresa especializada en arquitectura sostenible.

 
Este altísimo rascacielos produce oxigeno, destila agua y produce energía. Su idea fue crear una construcción que integrara el verde de la naturaleza y además incorporara sistemas eficientes.
Esta torre aerodinámica reduce el impacto del viento, está conformado de formas curvas mejorando la estabilidad estructural y maximiza el espacio y lo más importante reduce la cantidad de materiales utilizados para su construcción. 



La fachada sur de aproximadamente 100.000 pies cuadrados está recubierta con paneles fotovoltaicos con el fin de obtener energía eléctrica mientras que además una planta alimentada a gas aportaría la energía en caso de que los paneles no logren producir lo suficiente.


Todos los materiales de este edificio, incluido los muebles, son reciclables. Cada uno de los pisos que conforman la torre dispondrán de amplios jardines con vegetación que además de mejorar el oxigeno logran una vista inigualable. La reutilización de agua, aquella proveniente de las cañerías y baños serán luego reutilizadas para irrigar jardines. El agua puede ser utilizada de nuevo como agua no potable.
El concepto del edificio se dio a conocer públicamente durante la cumbre mundial del futuro de energía (wfes) que se celebro en Abu dhabi a partir de enero 21- 23 de 2008.

DESTRUCCIÓN DE LA CAPA DE OZONO


Desde la Revolución Industrial los efectos que el hombre ha ejercido en la atmosfera, han significados drásticos y perceptibles cambios en su composición, amenazando cada vez más el Biosistema.
El ozono, un gas ubicado en la estratosfera como capa entre los 15 y 30 km de altura, se acumula en la atmosfera en grandes proporciones, convirtiéndose en un escudo que nos protege de la radiación ultravioleta proveniente del sol posibilitando la vida en la Tierra.
Como el ozono esta construido por tres átomos de oxigeno que se liberan a la atmosfera siempre uno de ellos  se une a una molécula de oxigeno formando nuevamente el ozono, que después de absorber los rayos UV se divide formando una molécula de oxigeno y liberando un átomo de oxigeno por lo que está en continuo proceso de formación y destrucción.

Durante los últimos años, la capa de ozono, se ha debilitado formando un agujero, que en algunos sectores ha producido disminuciones del 60% en la cantidad de ozono atmosférico. Este desgaste se debe al excesivo uso de un componente químico producido por el hombre, los clorofluorocarburos (CFC) de productos como aerosoles, disolventes y refrigerantes.
A finales del mes pasado se ha acelerado en forma drástica la disminución de la capa de ozono en el polo norte llegando a su peor deterioro en la historia de la humanidad. Este record se debe a los fuertes vientos conocidos como “vórtice polar” que aísla la masa atmosférica sobre el polo norte e impide que se mezcle con el aire procedente de latitudes medias.




Como resultado se ha dado un “invierno estratosférico muy frio y persistente que ha conducido a una destrucción del ozono importante y prolongada” según el Centro Nacional de investigaciones Científicas Francés (CNRS) advirtió que el deterioro de la capa de ozono hubiera sido mayor si en 1987 no se hubiera firmado el Protocolo de Montreal, que limita el uso de los aerosoles.[1]

Según los informes de evaluación de la capa de ozono, este gas no recuperara su nivel de 1980 sino hasta los años 2045 – 2060 en el polo sur y una o dos décadas antes en el polo norte.
Si todos y cada uno de nosotros cuidamos los recursos naturales y tratamos de disminuir la contaminación, podríamos acabar con las grandes amenazas a las que se enfrenta en mundo entero. Pues sin la capa de ozono sería imposible la vida en nuestro planeta.



[1] EL COMERCIO .PE. “Destrucción de la capa de ozono en el Polo Norte alcanzo niveles record”. Documento web disponible en: http://elcomercio.pe/planeta/737690/noticia-destruccion-capa-ozono-polo-norte-alcanzo-niveles-record (Consultado 09/04/2011)